14 de junio de 2008

La Estación de la Unidad

Sheij Nazim al Haqqani


"O mi Señor, te pido que me otorgues comprensión, y que me permitas, O mi Señor, hacer que otros entiendan."

(Una plegaria del Santo Profeta Muhammad, la paz sea con él)



Cada vez que me dirijo a la gente, silenciosamente realizo esta súplica, ya que sé que solo aquel que comprende puede enseñar a la gente algo útil. Una persona me habló acerca de un maestro espiritual cuyas charlas y escritos eran tan difíciles que solo los intelectuales avezados podían entender lo que él estaba diciendo. Que sus enseñanzas sean incomprensibles, no es un signo del grado de comprensión de un hombre; un hombre de entendimiento siempre va a tratar de hacerse entender bien, utilizando un lenguaje claro y directo, ajustándose al nivel de su audiencia, y tratará de dirigirse a la mayor audiencia posible, de otra forma sus palabras se las llevará el viento.

Incluso Dios Todopoderoso, el Señor de todas las criaturas, el Maestro de la existencia, en toda Su Gloria y Grandeza se acomoda al nivel de Sus criaturas. Esto se llama "Tanazzulat Subhani" o, la traducción más cercana, "la Condescendencia de la Gloria". Y a través de ello pueden encontrar al Todopoderoso Sus criaturas en cada uno de sus niveles.

Si Él no estuviera con una hormiga, y no conociera las condiciones en las que esa hormiga vive y cuales son sus necesidades, Él no podría, por definición, ser el Señor de esa hormiga. Él, el Señor de todo, en Su conocimiento, esta incluso con las criaturas microscópicas; entonces, ¿qué se podría decir acerca de los humanos, Sus criaturas más distinguidas? ¿es mucho decir que Él está con nosotros? "¿Acaso el Creador no conoce lo que Él creó?", pregunta el Señor. Nosotros debemos entender su Omnisciencia, y que el Señor de toda la creación no quita de que Él este con cada criatura individualmente.

En todas las épocas, los Santos Profetas y sus Herederos han sido dotados con el conocimiento de las Realidades Divinas que está escondido para el resto de la humanidad, y su principal deber es hacer comprensibles de cualquier forma posible, estas realidades a la humanidad en general, y a la gente individualmente, de acuerdo a sus respectivos niveles y capacidades. Como maestros de la humanidad, a ellos se les concedió la habilidad de comunicarse de esta manera: hablar directamente a los corazones de la gente. Esto les ha sido otorgado a través de los Atributos de su Señor. Pero solo los Profetas y sus verdaderos herederos encontrarán tal capacidad disponible; para el resto es muy difícil dirigirse a otros que no sean los que comparten su perspectiva o una percepción similar. Pero los Maestros Divinos serán para toda persona que los necesiten, dirán lo que necesiten escuchar; por eso, personas de diferentes orígenes y niveles de vida, encontrarán la paz con el mismo hombre y lo seguirán.

Un Concorde nunca podría aterrizar en el techo de este edificio, pero un helicóptero podría. Muchos escolásticos son como Concordes: tan orgullosos del tamaño de sus alas, de su forma aerodinámica y de su velocidad. Sólo unos pocos hombres de estado y magnates - hombres y mujeres de distinción y dotados con gran riqueza - entrarán y volarán en Concordes. Por eso los eruditos hablarán y escribirán para ser apreciados por otros eruditos. El Concorde vuela a una tremenda velocidad y requiere enormes pistas de aterrizaje en los aeropuertos internacionales para aterrizar, pero un helicóptero puede aterrizar en cualquier lado, a veces en el mar, y siempre puede quedarse suspendido en el aire mientras baja una cuerda salvavidas a gente atrapada en el fuego. Por eso, los Maestros Divinos son accesibles a todos en cualquier situación, mientras que los Concordes pueden estrellarse en un lugar donde solo los helicópteros pueden llegar para rescatar a los sobrevivientes. Por lo tanto, yo no os estoy dejando en la cima de las montañas Himalayas, sino que los estoy trayendo hacia un lugar seguro.

Los buscadores de la verdad deben buscar esas cualidades en un maestro que afirme estar hablando de temas relacionados con lo Divino. De otra forma estarían dedicándose a estudios inútiles, y de acuerdo al Santo Profeta, un signo de la perfección de una persona en Islam es el abandono de actividades inútiles (aquellas que no le conciernen).

Nuestro invitado mencionó que este erudito estaba hablando sobre los temas "Fana y Baqa", "Aniquilación y Permanencia en lo Divino". Pienso que nadie, salvo aquellos que han alcanzado dichas Estaciones, están cualificados para hablar acerca de ellas, de otra forma su descripción será como la de una persona que nunca ha probado la miel y esta tratando de describir su sabor a través de lo que ha leído sobre ella, a otros que nunca la han probado. O sería como preguntarle a un niño sobre los placeres de una luna de miel...inútil.

Estos temas son Océanos. Cuando os derritáis, disolviéndoos en el Océano de Unidad de Dios Todopoderoso, entonces entenderéis el significado de "Fani-fiLlah" (Aniquilación en Allah). Cuando abandonéis vuestra posición como seres en existencia, cuando os convertáis en una gota de lluvia cayendo del cielo y quedéis inmersos, unidos a ese Océano de Divina Unidad, entonces ya nadie puede preguntar dónde ha ido a parar esa gota: la gota se convirtió en un Océano.

Mientras la gota este cayendo, continua diciendo: "Yo soy algo", pero cuando llega al Océano, mira y dice: "¿Dónde estoy? Estoy terminada. Yo estoy con Él. Estoy aquí, pero no aquí; solo Él esta aquí, pero ahora estoy con Él. Estoy en Su Océano. Siento esto, pero ya no puede decirse que soy una gota: esta gota se ha convertido en un Océano". Esa es solo una simple descripción de Aniquilación en Dios.

Baqa o Permanencia, es estar con Él siempre. En este Estado la personalidad no aparece; lo que aparece es solo Existencia Divina. Habrán sido vestidos en la Unidad Divina. Esa es la "Estación de la Unidad", "Maqam at-Tawhid". Lo que Baqa significa es que nunca perderán la visión, el oído, los sentimientos, el conocimiento, la comprensión - nunca, pero no tendrán límites. Debemos tratar de alcanzar estas Estaciones, pero el Camino es difícil y requiere un severo entrenamiento.

Uno de los aspectos de ese entrenamiento es tratar y ver todo como procedente de Él Solo. Este es el sexto pilar de la creencia en el Islam: la creencia de que todo lo que ocurre en este mundo, tanto lo bueno como lo malo, vienen de Allah. A esto se lo llama "Tawhid al-Af’al" o "La Unidad de Acciones". La forma de comenzar a comprender este punto es recordar el origen de todos los eventos, Allah Todopoderoso. Cuando los eventos ocurren no hay que ocuparse de culpar o elogiar a aquellos que no son realmente las causas de los eventos, sino solo los instrumentos para que ocurran. Esto significa que si Ahmad viene y os da una moneda, y luego Fulano viene y os abofetea y os la quita, no penséis que Ahmed es el dador del dinero, ni de Fulano como el ladrón. Si pensáis así, habréis caído desde vuestro estado de fe. Debéis percibir la mano de Dios detrás de ambas manos - de aquella que da y de aquella que saca - ya que Él es el creador de las acciones de la gente.

Cuando alguien es generoso o amable, recordad que fue vuestro Señor quien lo envío a él con ese favor, y debéis agradecerse Lo. Pero al mismo tiempo daréis las gracias a esa persona, ya que sin dar las gracias al portador de esa bendición, el agradecimiento al origen no estará completo. Por lo tanto, el Santo Profeta dijo: "El que no agradece a la gente, no agradece a Dios". Nuestro Profeta, la paz sea con él, nos aconseja fuertemente que no debemos permitir que nuestra visión de la unidad nos distraiga de perfeccionar nuestro comportamiento con nuestros prójimos. Sabéis que es su Señor quien lo envió, y no debéis olvidar eso, bajo ninguna circunstancia. Y cuando veáis que Ahmad les ha llenado sus manos de oro, deben decirle: "Oh Sheikh Ahmad, ¡te estoy tan agradecido! Primero gracias a tu Señor, que te envió con favores para mi, y gracias a ti por tu fiel entrega de aquello que te fue encomendado".

¡Y cuando ese ladrón Fulano venga, os golpee y os quite todo el dinero, no os enojéis con él! Sí, la Ley Divina, la Shariah, os permite recuperar el dinero si podéis, y prescribe un castigo por parte de la sociedad, pero si estáis en el camino de la Unidad, entonces también debéis considerar esa acción como venida de Dios Todopoderoso. Solo Él envió a ese hombre a robaros, porque el Creador de toda acción es solo Uno: Allah Todopoderoso.

Pero como no es posible para toda la gente aspirar a este alto nivel de fe, en el que la Mano de Dios es vista detrás de cada evento, en un verso del Santo Corán Dios Todopoderoso perdona "una vida por una vida" en caso de asesinato, y continua llamando a aquellos que son capaces de "poner la otra mejilla". Estos son los niveles de la Shariah (la Ley), y la Tariqat (el Camino). Por lo tanto, la Ley Islámica basándose en este verso, con relación al asesinato, es equilibrada, dando la concesión a este normal sentimiento humano de venganza ante un crimen tan abominable. El Islam permite la ejecución del asesino convicto, y de esta forma mitiga los sentimientos de los parientes cercanos, y previene más derramamiento de sangre - enemistad entre familias. La ley también permite el pago de dinero a cambio de la ejecución, a los parientes cercanos de la víctima. Finalmente el verso llama a aquellos que están buscando el más alto nivel de fe y visión de la Unidad, a perdonar diciendo: " Y aquel que perdona y promueve la comprensión, su recompensa solo incumbe a su Señor".

Lo que Allah está diciendo a los buscadores de la verdad absoluta es: "Ahora perdónalo, porque Yo lo envié a realizar esa acción". Entonces comprenderán que en realidad, no hay cuestión de culpabilidad ni necesidad de venganza. Pero ese no es el nivel común. Ese es el nivel por el que tenemos que luchar, y esta más allá de nosotros el perdonar de esa forma porque nuestros egos son como volcanes.

Ahora la gente puede ser muy educada en sus negocios diarios, en tanto que todos se comporten de acuerdo a sus expectativas, y que todo este en su lugar de acuerdo al plan; pero que Allah no permita que la menor cosa vaya mal - por ejemplo un pequeño error humano, aun cuando no cause ningún accidente – porque por esa pequeñez uno puede escuchar las peores obscenidades saliendo de sus bocas como lava de un volcán en erupción. Ese ego hace que la gente este seriamente enferma, y ahora esa gente está totalmente bajo el control de sus egos, ¿dónde pueden encontrar la tolerancia descrita en ese Santo Verso del Corán?

Hay tanto odio y frustración encerrado en la gente - lo veo en sus miradas - y tan a menudo se busca una víctima sobre quien descargar ese torrente, y la mejor, la probada y verdadera víctima a lo largo del mundo son siempre los "extranjeros"; por eso yo me apresuro a asegurarle a la gente de Occidente: "Nosotros estamos aquí como sus invitados. Este es su país natal." Pero, ¿es así? No pueden permanecer aquí salvo en sus tumbas. Su patria es la tumba, no sobre la tierra. Gracias a Dios, nadie esta escatimándonos parcelas en los cementerios, nadie esta tratando de impedir que seamos sepultados. El sepulturero lava la tierra de sus manos y se va, y la Tierra nos acepta indiscriminadamente; pero la gente en la Tierra esta ocupada haciendo distinciones, por lo tanto, ese alto nivel de aceptación de las acciones como venidas de Dios es raramente encontrado. Pero sin embargo Él nos enseña la lección, diciendo: "Deben entender quien soy Yo: Yo soy el Creador de la gente y de sus trabajos: entiendan esto, que podrán alcanzar la paz y finalmente dejar atrás sus peleas."

Una vez estaba en La Meca con nuestro Grandsheikh haciendo el Tawaf[1] (la circunvalación) a la Casa de Allah, la Kaaba. Grandsheikh me dijo: "¡mira hacia arriba!" Cuando miré, vi sobre nuestras cabezas otro grupo de peregrinos realizando su Tawaf; pero esa gente era de una clase diferente: calma, pacífica y agraciada. Ellos también eran de la humanidad, no eran ángeles, pero eran aquellos que habían alcanzado el nivel de ver a todas las acciones como venidas de Allah Todopoderoso, por lo tanto ellos dejaron el nivel de la lucha terrenal.

Pero, mientras tanto en la tierra entre la muchedumbre con aquellos que les faltaba tal certeza, nosotros éramos empujados y pisoteados. Algunos grupos entrelazaban sus brazos y empujaban a la gente a gran velocidad, enviando algunos infortunados a volar por el aire, como cuando se tira una cáscara de plátano a la basura. Codos en mis costillas, talones sobre mis dedos... pero sobre nosotros, aquellos quienes están de acuerdo con la voluntad de Dios no necesitan de la tierra bajo sus pies. Ahora, tal vez, penséis que eso es imposible, que les estoy contando cuento, pero cuando les dicen que los aviones vuelan no piensan nada acerca de eso. Si un hombre puede hacer que el metal vuele, ¿Dios no puede hacer que el hombre vuele? Ellos están en paz con su Señor y con todo en la Creación, por lo tanto, todo los transporta.

Y entonces, se nos ha mostrado un camino elevado, la visión de la Unidad, y se nos ha pedido que seamos pacientes con aquellos contratiempos que no nos agradan, recordando su origen. Este es el mejor entrenamiento para nuestros egos. Someteos a este entrenamiento o lucharéis sin fin hasta la tumba. Somos entrenados por nuestro Señor para reconocer la Unidad de las Acciones, para poder llegar a comprender la Unidad de Sus Nombres Sagrados, que nos conduce al conocimiento de la Unidad de Sus Santos Atributos; ese conocimiento nos preparará para la inmersión final en el Océano de la Unidad de la existencia-esencia de Dios Todopoderoso. Ese es el objetivo final: la gota de lluvia que cae, y no volverá a emerger - y está contenta porque ha ganado todo eternamente, para siempre.

Por lo tanto, Allah Todopoderoso se dirige a la humanidad diciendo: "O hombres, verdaderamente estáis esforzándoos por llegar a vuestro Señor, y Lo encontraréis". El Todopoderoso nos enseña que todo nuestro esfuerzo en la Tierra, nuestro correr de Este a Oeste, aquí y allá, noche y día, no es otra cosa que nuestra carrera hacia el Océano de Unidad infinita de nuestro Señor, pero ahora no podemos entenderlo. Nuestras almas anhelan a nuestro Señor, por lo tanto nos movemos, y no hay ningún lugar donde ir salvo hacia el Uno.

[1] Circunvalar la Kaaba en Meca.

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