26 de agosto de 2008

Resistir las tentaciones


De Shaij Nazim del libro "Océanos de Misericordia"



La misión más importante de todas las religiones es purificar los corazones de la gente. Nuestro Gran Shaij dice que cuando un hombre deja las malas características de su ego, se convierte en uno de los que tienen el corazón puro. La señal de esto es que si se le dejase sólo con una bella doncella en el desierto o en las montañas, y tuviese que estar con ella durante cuarenta días, ninguna intención malévola devendría en su corazón hacia ella. Es imposible que estos pensamientos sucios atraviesen el corazón de un hombre purificado. Preguntáis que cómo es esto posible. Por ejemplo, si sería así si fuese vuestra hermana o vuestra hija. Si fueseis invitados a la fiesta de un rey celoso, ¿alguno miraría a su mujer si estuviese sentada a su lado? Alguien purificado es aquel que cree en su Señor. Cuando dice “creo en Allah”, crees también que Él está presente contigo, en todo lugar, en todo momento. ¿Acaso puedes escapar de Su mirada? Si recordáis al Señor, el corazón se mantiene limpio; si olvidáis al Señor, la oscuridad llena el corazón, y no hay más fe.

Nuestro Gran Shaij nos narraba sobre un estudiante de Dagestan: “Estaba leyendo el Corán a media noche, y el viento y los lobos aullaban en el frío. Entonces alguien llamó a la puerta. Era una bella joven, que se había perdido. Le dio cobijo y siguió leyendo. Pero entonces vino Shaitan a decirle: “Ésta es para ti, levanta y cógela”. Lo que hizo es que se levanto, se arrimó a la vela y puso su dedo sobre la llama, diciéndose a si mismo: “Si no puedes aguantar esta simple llama, ¿cómo pretendes permanecer en el Fuego?”. Se mantuvo así toda la noche, leyendo, y levantándose para poner el dedo sobre la llama hasta el amanecer. Entonces devolvió a la chica a su padre. Éste le preguntó si había pasado algo. “No”. “¿Cómo pudisteis estar toda la noche y que nada pasase?”. Al ver su dedo y escuchar la historia de su hija, el padre llamó al juez y al Imam y dijo: “Le doy mi hija a este hombre en matrimonio y le doy también todas mis tierras y campos”. Así fue como ella se hizo halal para él.

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