Bismillahi’r-Rahmani’r-Rahim
Allahumma ‘alimna ma yanfa’una wa zidna ilman.
-Oh nuestro Señor, concédenos el conocimiento que nos honre aquí y en el más allá. No hay un rango por encima del conocimiento y una persona que no sabe ni quiere aprender está al nivel de los animales.
Destur, ya sultan al awliya. Ahora diréis, ¿como es que se estudia tanto por todos los lados, pero no se ve que les dé más honor a los estudiantes? La respuesta está en la siguiente similitud:
Veréis por las noches en las ciudades, yo lo he visto, y sobre todo en los barrios ricos, como después de medianoche se acaba el ir y venir de la gente, y solo dos tipos de ciudadanos sin identidad andan muy ocupados. Los unos son los de los servicios municipales que recogen toda suerte de basuras. Los otros también salen y trabajan, pero no tienen sueldo. Saltan adentro de los contenedores y buscan y rebuscan lo que les pueda ser útil, mientras que otros directamente van y los vuelcan para vaciarlo todo en el suelo y revisarlo mucho mejor.
Vienen perros también, pero no pueden saltar adentro, por lo que se enfadan mucho con los gatos que sí lo hacen, y se ponen a ladrar furiosamente. Este tipo de investigadores buscan comida.
Diréis –oh nuestro cheij ¿a qué viene esto?
En nuestro territorio del norte de Chipre tenemos tantas universidades [privadas], americanas, europeas y de extremo oriente, facultades y escuelas de formación superior, -¿para qué? Para engañar a la gente.-Oh, ¿todo esto no ha de valer nada, esta generación entera en esos centros de conocimiento y enseñanza?
¡Lo que aprendemos es a rebuscar los contenedores municipales! Buscamos dunya, que es un gran contenedor de todo, de basura y de cualquier suciedad. Buscan algo nuevo, van sacando, pero es todo lo mismo y van haciendo montones de basura. Dirán: -¿pero si todo el mundo trabaja en esto?
Ya sé lo que buscáis, perseguís e intentáis aprender. Por eso digo: ad dunya yifa. Este mundo es una basura que contiene cualquier tipo de inmundicia. Todos estos centros son como esos contenedores, no pasan de allí. Así son sus títulos, los que persiguen dunya tienen las características de perros y gatos y aprenden lo que no da honor, si no, los gatos y perros llevarían coronas en sus cabezas.
¡Despertad! Tenemos la orden de buscar el conocimiento que nos honre y nos relacione con el Cielo y la Presencia Divina. ¿Podéis mostrarme un centro de enseñanza así ahora?
Esto aquí más bien es una fonda. O un manicomio.
Cada día la gente está más intoxicada con dunya, economía, euros, dólares, yens y libras. Más economía para lograr más cosas dentro de ese contenedor de basura que es este mundo. ¿Que la economía baja? Nunca se acaba esta codicia que es la peor cualidad de Satanás, que controla a la gente que en su anhelo material quieren toda la basura para ellos. Los perros y gatos comen hasta hartarse, dejan su marca de olor levantando una pierna y se van, pero los humanos incluso se lo quieren llevar todo.
Esta es una visión general de las naciones, incluidos los musulmanes, que también buscan en la basura.
Los infieles tienen mucha más codicia por este mundo, porque no creen en el más allá, pero vosotros como creyentes en la vida eterna, -¿por qué os ponéis a su nivel? Oh mundo islámico, por qué les imitáis, -¿a caso tienen un rango elevado? ¡No os interesa el conocimiento que Allah ha enviado para que os conozcáis a vosotros mismos, para que os purifiquéis interna y externamente, para la invitación de Allah al más allá!
Los musulmanes seguís a los no-musulmanes, pero estos ahora ya se preocupan más por sus creencias que vosotros, que os habéis vuelto aún más materialistas. En occidente han empezado a hartarse del materialismo y a buscar un conocimiento que les dé más satisfacción, contento y placer, algo que dé luz a sus corazones. Esta luz está en el mundo musulmán, dónde la trajeron los profetas, pero perseguís la oscurísima oscuridad de occidente -¿o está occidente iluminado? Es una vergüenza muy grande que nuestros líderes no se preocupan para que haya luces divinas en sus territorios, y por esto viene cada día castigo divino sobre el mundo islámico, pero no se despiertan.
Cuando venga el imam al-Mahdi, quien haya buscado luces las recibirá, pero quien no, irá a la oscuridad.
Que Allah me perdone y os bendiga, y os haga ver la realidad de lo que estudiáis, y de lo que hemos perdido, las luces del iluminado mundo islámico. Las luces artificiales eléctricas y los fluorescentes de muchos colores quizás hagan disfrutar vuestros ojos, pero no os quitarán la oscuridad del corazón, y tampoco os darán una vida placentera aquí o en el más allá.
(Lefke, 13.7.04)
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