9 de mayo de 2008

SOS: Salvadnos del demonio

Sheij Nazim Al Haqqani

Necesitamos bendiciones. Si no estamos benditos, estamos malditos, lo que trae problemas, sufrimientos, tristeza, violencia, luchas. Estos son los frutos de la maldición. Por eso nuestras tradiciones nos ordenan decir: “As-Salaamu aleikum” a todo aquel con el que nos encontramos. Los judíos dicen “Shalom”. Los cristianos tambien tienen un saludo de paz. Significa que pedimos mutuamente al Señor bendiciones para nuestro interlocutor. Empezamos pidiendo bendiciones.
No he venido aquí a demostrar nada. No soy un profesor. No os estoy dedicando un discurso, porque no soy orador. Tan sólo intento ser un humilde maestro. Ante todo, pido a mi Señor que me perdone, y que no me deje ocuparos con cosas inútiles. Le pediré humildemente que me permita daros algo, mediante mi charla, que os pueda ser útil en esta vida y en el Más Allá. Pero no algo material, sino un regalo del cielo, al menos una bendición.
Os encontraréis seguros, y con una mayor confianza en vosotros mismos. Podréis encontrar más amor, porque los Regalos Celestiales no son materiales. No son cosas materiales lo que ahora se necesita. Ya tenéis montones de ellas sin que os proporcionen la más mínima paz. Sabéis que la paz no es algo que pueda comprarse con dinero, como tampoco puede comprarse el amor, el contento y el disfrute. Estos son regalos del cielo. Debéis pedirlos, no podéis comprarlos. Eso es imposible. Soy un humilde maestro, y quiero ayudar a la gente, como hicieron todos los profetas y sus herederos. Solían correr tras la gente para salvarla, y darle paz, felicidad, y satisfacción en sus almas.
El Sello de los Profetas dijo a los creyentes: “La acción más agradable a Dios que un creyente puede llevar a cabo es hacer felices a otros siervos.” Este es el nivel más alto que un creyente puede alcanzar. Quien alcance ese nivel, ha alcanzado el nivel de los profetas y los santos. Esa persona siempre intentará hacer feliz a todo aquel con quien se encuentre. Por todos los medios: de palabra, obra, o a través de su dinero, siempre intentará ayudar a la gente, borrar su tristeza, y poner en su lugar alegría. Eso es lo que hará que el Señor esté satisfecho con sus siervos. Los siervos pueden sacrificarlo todo, hasta el alma, por salvar a otros siervos. Esto es algo típicamente cristiano.
Los cristianos creen que Jesucristo* se autoinmoló por los pecadores. Nuestra creencia es distinta, pero quiero deciros que sacrificó su alma por los pecadores. Esto es lo más difícil para una persona. Tantos y tantos santos y profetas se sacrificaron para la salvación de la gente común. Es el más alto nivel de ayuda al prójimo. A la gente común como nosotros no se le ha pedido que sacrifique su alma, tan sólo que haga algo de caridad cada día. Ayudar a la gente con nuestro tiempo, cargo, título, o dinero. Si los 40 millones de habitantes de España dieran, cada uno, una peseta, que es tan poco que ni tan siquiera te agachas a cogerlo del suelo, se podría hacer mucho. Pero hemos perdido la capacidad de hacer caridad. Si dierais un poco cada día, el Señor os bendeciría. Pero hemos perdido esos valores humanos. Tan sólo nos interesa ahorrar para nosotros mismos, y esconder el dinero en los bancos. ¿Era este el consejo que Jesús* daba a su gente? ¿Para esto se sacrificó por la humanidad?
Este es el problema más grande, no la crisis económica. Esta es una gran mentira de los representantes de Satán. Él y sus representantes están destruyendo los verdaderos valores de la humanidad. Os pido que os opongáis a Satán. Eso es todo: dirigiros un llamamiento para que estéis contra Satán. SOS debe significar “salvémonos de Satán”, y no “Salvemos nuestras almas”. Salvémonos de Satán. Este es un nuevo significado de estas letras.
Si no nos salvamos seremos destruidos. Que el Señor nos bendiga.

No hay comentarios: