6 de mayo de 2008

Ver la verdad

Sheij Nazim Al Haqqani

Bismillahi’r-Rahmani’r-Rahim

Ya Allah, anta Allah, ya rabbi’-rham du’fana, irham faqrana, anta’l qawwiy, Allahu akbar. Assalamu alaikum.


Cada uno debe aprender a decir :

A’uzubillahi min ash-shaitani’r-rayim, bismillahi’r-rahmani’r-rahim, la haula wa la quwwata illa billahi’l-aliyyi’l-azim.

Quien haya sido honrado con la pronunciación de las palabras de la shahada al entrar al Islam, debe aprender, decir y enseñar esas palabras también en sus propias lenguas a su gente. Y pedimos a nuestra jefatura espiritual que nos apoyen para que seamos del todo para Allah.

Quien sea para Allah alcanzará muntaha’l-karam, el máximo honor aquí y más allá. Cuando digas: -Allah es mi Señor y yo soy Su siervo más débil, Él te apoyará. Nadie puede apoyarte sino Él y los que están autorizados para ayudar a Sus siervos.

No es propio de Allah ayudaros Él mismo. No. Él es tan grande ; me da vergüenza pedir: -Oh nuestro Señor ayúdanos. Pero podemos decir con perfecto respecto: -Oh Allah concedenos Tu divino apoyo. Es como si alguien cursa una solicitud ante su majestad la reina o el rey; éste lo despacha a un oficial: -vean lo que necesita esta persona. La majestad no se ocupa personalmente de las necesidades de sus siervos. Enviadle a ese lugar, allí le ayudarán.

Si, decimos: -¡oh, ya rabbi! Pero no estamos en una posición para dirigirnos directamente a Allah. Hay tontos ahora que dicen: -¡pídeselo todo a Allah! -¿conocen Allah?, ¿Dónde está?, ¿Quién es y cómo le vas a pedir?

Mirad, aunque uno se vuelva directamente a Allah, Él no responde directamente porque ese no Le conoce. Si los cristianos (ortodoxos) no les ponen un nombre a sus íconos no sabrían qué representan. O si las fotos en un periódico no tuvieran leyenda nunca sabrían quien es. ¿Cómo van a reconocer a Allah- es que han estado con Él?

De todo el mundo viene la gente a la dergah de Cheij Nazim, y cuando entran me reconocen por las fotos que han visto. Y si no, tienen que preguntar-¿Quién es el cheij? Pero como vengo con mi silbato, todos conocen el signo del cheij y andan con cuidado. Por dónde vaya me conocéis, aunque sea por mi foto: Director del Manicomio Internacional. Gerente de la famosa Psiquiatría, conocido por sus signos. Pero si Allah no os da Sus Señas no le podéis conocer, es imposible.

Por eso Allah envía Sus profetas, para que la gente conozca a su Creador. El Sello de la Profecía decía: -man raani faqad raa’l-haqq. Quien me vea ve al Señor de los Cielos, que está conmigo. Pero los ciegos nunca ven.

Le creó, le envió, lo hizo el Sello de la Profecía, Su siervo más honrado y querido en Su Divina Presencia. Veis “la ilaha ill’Allah” pero no podéis conocer su realidad, por eso vino “Muhammad rasulu’Llah”: representando haqq, -estoy con Él y Él está conmigo. Quien me mira comprende y reconoce al representante de su Señor. No se conoce al Señor sin representante, quien me mira Le ve y yo no estoy, sólo Él existe. Depende de vuestra fe.

Los ignorantes wahhabíes tienen malentendidos y malas ideas. Si no vinieran luces divinas a través de Sayyidina Muhammad no se sabría nada. Allah envió al Corán y a una luz también. Luz divina, si la tienes verás quien soy yo. Siempre hay representantes en la ummah de Sayyidina Muhammad, y esta luz corre a través de su corazón a esas otras personas, que han sido selectas y elegidas para ser en sí especiales, y los reconocerás por sus luces. Seguid la luz de Muhammad y así llegaréis a comprender a Allah. Los awliya tienen luz divina, y si no, no lo son. Poseedores de conocimiento, pero no santos. Y los seres humanos ciegos necesitan lazarillos, porque ahora vivimos en un tiempo que la gente rechaza incluso a los profetas y al Sello de la Profecía, que es la fuente o la corriente de las luces divinas.

Quien quiera máximo honor para sí que se pregunte: -¿A quién pertenezco? –Soy de Allah. Y si miente le caen encima maldiciones. Esto es el punto más importante de nuestras vidas, ser para Allah, nada ni nadie más. Preguntad la gente, el 99 ó 100% no lo quieren ser y no quieren a los awliya que se ocultan. Ya que nadie se interesa por su pertenencia real, al rabbu’l ibad, los awliya son guardados bajo cúpulas celestiales que los esconden, y sólo si alguien busca sinceramente, le abren, y si no cierran.

Quien no es para Allah es para Shaitán. El reino de este ha cubierto todo y no puedes encontrar en la tierra al Reino de los Cielos. Intentamos hacerle comprender eso a la gente, este punto más importante, que será la primera pregunta en la tumba: -¿man rabbuk? -¿a quien perteneciste en la vida? Para que podáis decir: -para Allah. Tan sencillo. Y si no seréis polvo hasta el Juicio Final, luego al fuego para que sepan para quien fueron creados, si aprenden sacadlos y si no dejadlos en el fuego.

¡Oh abdullah! Oh siervo del Señor, di: -labbaik. Estoy listo para el servicio.

¿Por qué se van corriendo al oír el azan? Afortunados los que toda su vida dicen labbaik. Allah sólo les mandó cinco oraciones y al final solo hacen el yum’a, y también se quieren escapar. La mayoría son burros, dejadlos con su shaitán, que cada día les da más problemas a sus seguidores.

(Lefke, 7.7.03)



No hay comentarios: